28/6/21

¿QUÉ ES Y CÓMO SE LOGRA HACER LA EVALUACIÓN FORMATIVA?

 LA EVALUACIÓN FORMATIVA

OBJETIVOS:

Recuperar algunos sentidos de la evaluación en clave pedagógica. 

Profundizar los logros institucionales en relación a la cultura de la evaluación. 

Comunicar los avances de los estudiantes.

¿QUÉ EVALUAR?

- Contenidos que resultan indispensables porque constituyen un punto de apoyo para la adquisición de nuevos aprendizajes.

 - La relación de contenidos con problemas actuales en relación a los diferentes campos de conocimiento. 

- Contenidos que se consideran altamente formativos, que generen interés en las y los estudiantes y permitan proyectar institucionalmente el 2020/2021 como una unidad. 

- Otros criterios de priorización podrían ser la significación epistemológica, la representatividad, la especificidad, la durabilidad y la transferibilidad.

¿CUÁNDO EVALUAR?

Concebir las prácticas evaluativas como parte del proceso de diseño de la propuesta de enseñanza implica sostener la coherencia interna con las diferentes decisiones didácticas adoptadas al momento de la planificación. 

Esto implica tener en cuenta: 

Los aprendizajes que deben lograr los estudiantes.

Los instrumentos de recolección de evidencias.

Los momentos en los cuales se recogerá la evidencia.

Anticipar posibles modos de devolución que contribuirían a la apropiación de los aprendizajes.

Evaluación del aprendizaje: 

Su propósito es certificar cuánto aprendió cada estudiante. Ocurre al final del proceso. 

Evaluación para el aprendizaje:

 Su propósito es ofrecer orientaciones y sugerencias a cada estudiante. Sucede durante el proceso.

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN FORMATIVA?

  •  Es un proceso continuo y deviene en acciones. 
  • Instala una trama dialógica. 
  • Supone la retroalimentación. 
  • Habilita la autoevaluación y la evaluación entre pares.
  • Es la búsqueda de nuevos caminos para avanzar. 
  • Hace explícito el punto de llegada.

la evaluación constituye un proceso que tiende a ser continuo y potencia el efecto retroalimentador de la información para los docentes y, en especial, para los estudiantes. En este marco se destaca la idea de avance. Al momento de valorar los resultados de la acción educativa se consideran los progresos individuales y colectivos respecto de un punto de partida reconocido, y no solo la comparación respecto de criterios únicos y estandarizados. La evaluación para el aprendizaje hace explícito el punto de llegada: qué se debe aprender y qué hace falta para dar cuenta satisfactoriamente de dicho aprendizaje. Es coherente con la enseñanza, utiliza múltiples recursos para obtener evidencias, instala un diálogo pedagógico orientado a que los estudiantes reflexionen sobre sus logros y errores. Es una instancia, también, de reflexión para el docente sobre su práctica que colabora en la revisión y reformulación.

La manera de pensar al estudiante favorece distintos tipos de actividades de trabajo y de evaluación que promueven diferentes procesos cognitivos en los mismos. Hay actividades de bajo requerimiento cognitivo que solo implican la reproducción de la información; es decir, los estudiantes memorizan la información que consideran necesaria para la instancia de evaluación como un fin en sí mismo. Memorizan datos, hechos, definiciones y los repiten sin comprender su significado. Por otro lado, las actividades de alto requerimiento cognitivo exigen la comprensión del material estudiado, es decir, implican una mirada abarcativa y amplia que permite establecer relaciones entre los temas nuevos y los conocimientos previos, como así también, entre los conceptos estudiados y las situaciones o experiencias de la vida cotidiana. Ravela (2017) utiliza como herramienta de análisis una categorización de las actividades de evaluación en función de los procesos cognitivos que deben ponerse en juego para resolverlas. La pregunta clave de este análisis es qué concepción de aprendizaje y qué tipo de relación con el conocimiento promueve cada tarea de evaluación. Se enfoca en cinco grandes categorías de procesos cognitivos crecientemente complejos:



Es importante proponer a los estudiantes actividades que involucren toda la gama de procesos cognitivos. Si bien la apropiación de los procesos más complejos necesita de los más básicos, es fundamental no limitarse o detenerse más de la cuenta en ellos y ofrecer actividades de complejidad creciente en las que se pueda advertir interrelación entre dichos procesos. 

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