Familiares manifiestan indignación y exigen respuestas a las autoridades. Apuntan directamente Jorge Orellano, único detenido.
El próximo 25 de marzo se cumplirán dos meses de la última vez que Mariela Bortot fue vista en la ciudad de Inriville.
Desde entonces, sus familiares exigen respuestas a las autoridades, sin obtener respuestas que los satisfagan.
Indignados, por estos días hacen públicas sus manifestaciones de desazón ante la falta de una resolución para el caso.
"Estamos todavía a la espera. Estamos muy indignados. No tenemos el resultado de las pericias. No podemos creer que los resultados de los peritajes tarden dos meses", indicó Jésica Fontana, hija de Bortot.
A su entender, el único detenido hasta el momento, Jorge Orellano, guarda un silencio que sólo busca entorpecer la investigación.
"El detenido no dice nada. Parece haber un pacto de silencio. Sabe que si dice algo, queda adentro. Juega con que no aparece aún una prueba concreta. Es obvio que él sabe cómo hacer para que no aparezca una prueba, porque era policía", explicó la joven al programa Mirá Quién Habla, que emiteRadio Universidad.
"Este hombre es un peligro. Estuvo confundiendo todo. Ha culpado a tanta gente del pueblo, que hay muchos que esperan que salga para hacer justicia por mano propia", añadió.
Perros
Por el momento, explica Fonseca, se encuentran suspendidas las tareas de búsqueda con perros de las fuerzas de seguridad.
"Queremos los perros de Alcorta, Santa Fe, que son los que detectan el rastro de mi mamá. Puede haber quedado en su registro olfativo el rastro de ella. Pero están esperando que se emita un pedido formal de ayuda desde Córdoba. Y desde Córdoba no se hace. Si vienen desde Santa Fe, corren riesgo que los echen", precisó.
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