21/2/24

INICIO DE CLASES: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN PROFESIONAL ANTE LA MANIFESTACIÓN DE TRASTORNOS PSICOLÓGICOS EN LAS AULAS

 La salud mental en el entorno escolar, educativo o de cuidado es un tema crucial que ha ganado cada vez más visibilización y atención en las últimas décadas. Aunque ha cobrado relevancia en la escuela primaria y secundaria, sigue siendo una deuda pendiente con todo el alumnado y sus familias. La salud mental escolar o en ámbitos dedicados a lo educativo o al cuidado se refiere al bienestar emocional, psicológico y social de los niños, niñas y adolescentes, por más pequeños que sean, así como a su capacidad para afrontar situaciones, la posibilidad de relacionarse con el otro, y enfrentar los desafíos académicos y emocionales dentro del entorno donde se desarrollan. (Fuente: Infobae, octubre de 2023)

Los problemas de salud mental entre los estudiantes de primaria y secundaria son bastante comunes. La prevalencia varía según el país, la región y otros factores socioeconómicos y culturales.

Los trastornos psicológicos pueden afectar la salud mental de los estudiantes y tener un impacto directo en su rendimiento escolar y bienestar general en el entorno educativo. Algunos de los trastornos psicológicos asociados con la salud mental escolar incluyen:

Trastorno de ansiedad: los estudiantes que los padecen pueden tener dificultades para concentrarse en clase, participar en actividades sociales y problemas para rendir en los exámenes debido a la preocupación constante y los síntomas físicos relacionados con la ansiedad.

Depresión: puede provocar falta de energía, falta de interés en las actividades escolares y disminución del rendimiento académico. Los estudiantes que transcurren estados depresivos se sienten abrumados y tienen dificultades para cumplir con las tareas y las responsabilidades escolares.

 Trastorno de la atención: muchos niños y niñas pueden tener dificultades para mantener la atención en clase, seguir las instrucciones y completar las tareas. Esto afecta su desempeño académico y las relaciones con los compañeros y maestros.

Trastornos del Espectro Autista (TEA): los niños que los presentan tienen dificultades para socializar, comunicarse y adaptarse a los cambios en el entorno escolar. Por ello necesitan de apoyos adicionales y adaptaciones para sostener su aprendizaje en entornos educativos.

Trastornos del ánimo: los estudiantes que los presentan pueden experimentar cambios extremos en el estado de ánimo, lo que puede afectar su comportamiento y rendimiento en la escuela y producir dificultades para mantener la concentración y participar en actividades escolares.

Trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia: pueden afectar la energía y la concentración de los estudiantes. Además, pueden llevar a ausencias frecuentes debido a problemas de salud asociados.

Traumas: los estudiantes que los han experimentado pueden desarrollar trastornos de estrés postraumático (TEPT), lo que puede provocar flashbacks, pesadillas y ansiedad severa. Esto puede interferir con su capacidad para participar en actividades escolares y rendir en clase.

Las altas expectativas académicas y la presión para tener éxito pueden contribuir a la generación de estrés y la ansiedad y esto provoca una resistencia cada vez más fuerte a permanecer o a asistir a clases.

Los problemas dentro de ámbitos familiares, como el divorcio, la violencia intrafamiliar, el maltrato y el abuso o la falta de apoyo, en general también impactan en el rendimiento académico de los niños, niñas y adolescentes y pueden malograr su aprendizaje, retrasarlos y sumarle una nueva problemática a la vivida.

Ciberbullying. Otra problemática que ha ido en crecimiento, especialmente por la crudeza con que se la práctica es el acoso escolar, también en forma de ciberbullying, la discriminación por género, raza, diversidad corporal, etc. que impactan fuertemente en el psiquismo infantil y, por ende, influyen en su capacidad para llevar adelante el aprendizaje.

PROPUESTA SUPERADORA:

¿Por qué sería conveniente contar con la figura del psicólogo/a en las instituciones educativas?

 

En España es unos de los reclamos que expone en un manifiesto de 2022 en contexto de pandemia que se podría entender también como necesario en el contexto post pandemia que transitamos. El bienestar psicológico es tan imprescindible para el desarrollo personal, como para la mejora de los procesos de aprendizaje y los resultados académicos, por lo que va siendo hora de que se tengan más en cuenta las evidencias a este respecto”.

Los psicólogos educativos están formados y calificados para hacer una evaluación técnica y adoptar medidas de intervención en la detección temprana de emergentes, para la prevención universal, selectiva y delicada”.
Entre otras, se sugieren las siguientes medidas:

No saturar los centros educativos con excesos de grupos de alumnado, respetando el número de grupos por curso o divisiones para el que está diseñado cada centro educativo.

- Cubrir eficaz y rápidamente las bajas laborales de los docentes.

-Reducir las ratios de alumnado por docente y la temporalidad del personal.

- Reforzar la orientación educativa y profesional al alumnado vulnerable.

-Dimensionar proporcionalmente los contenidos de los programas de las asignaturas a las posibilidades temporales de impartición y aprendizaje del alumnado.


Programas de evaluación e intervención en los colegios


Por último, el cuidado del bienestar del profesoradoalumnado y sus familias requiere que las administraciones educativas apoyen de manera decidida el desarrollo del Estudio PsiCE (Psicología en Contextos Educativos), dirigido a prevenir los problemas emocionales en contextos educativos a la vez que se mejora el ajuste emocional y social”. Por otra parte, también se centran en que se desarrollen en los centros educativos programas de evaluación e intervención basados en la evidencia.

Las administraciones educativas competentes deben incorporar progresivamente a este personal experto en Psicología a las plantillas de los centros educativos, donde sus Programaciones deben reservar tiempos y espacios adecuados para el desarrollo de esos programas de evaluación e intervención.  

Hay que atender la salud mental. Si la figura del psicólogo está en los centros, la problemática se habrá cerrado.

Fuente: Redacción Médica (España, 2022)


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