1/11/23

Educación Sexual Integral y la igualdad de derechos


TODAS LAS INFANCIAS, TODOS LOS COLORES


 ¿Qué es la Educación Sexual Integral?¿Por qué asusta tanto la palabra "sexual" a las personas grandes? ¿Cuáles son los derechos de niñes y adolescentes en todas estas discusiones?

Nos hicimos muchas preguntas y algunas pudimos responderlas en las líneas que siguen. Este es nuestro aporte a lo que tantas personas hacen para que la Lye de Educación Sexual Integral tenga plena vigencia, para que se aplique cada vez más de ¡10 años!

Estas respuestas son para leer, para compartir con la familia, con docentes, con amigues, con quienes piensen que las Infancias Libres son lo que queremos conseguir en un futuro (ojalá) no tan lejano.

Y todo está escrito en lenguaje inclusivo, con la letra "e". Sí, porque pensamos que lo que no se nombra no existe (o no pareciera existir) y en la búsqueda de una diversidad multicolor muchas veces las "a" y las "o" nos quedan chicas para todas las formas de mirarse y nombrarse que desean las personas. 

Cecilia Merchán

Nadia Fink

Pitu Saá

Las Juanas editoras


Los derechos... ¿Son iguales para todes?

Levante la mano quien tiene derecho a ... dormir

Levante la mano quien tiene derecho a ... comer

Levante la mano quien tiene derecho a ...  bañarse

Levante la mano quien tiene derecho a ...  estudiar

Levante la mano quien tiene derecho a ... que nos cuiden

Levante la mano quien tiene derecho a ... jugar 

Para comenzar la discusión, propongo ver la película Billy Elliot











Para leer y discutir a partir de una reacción concreta ante la obra teatral que se produjo después de la película: 

Billy Elliot: una lucha contra la homofobia


Billy Elliot: una mirada de la sexualidad y la lucha de clases en la familia obrera

Billy Elliot es la ópera prima del director británico Stephen Daldry, la cual le significó una serie de premios a nivel internacional el año 2001.

Billy, interpretado por Jamie Bell, es un niño de 11 años, que vive en un pequeño pueblo de Durham, Inglaterra, junto a su familia. Tanto su papá (Jacky) como hermano (Tony), participan activamente de la huelga efectuada por más de 150.000 mineros del Reino Unido, entre los años 1984 y 1985, quienes se enfrentaron a la política neoliberal de la entonces primera ministra Margaret Thatcher.

Billy como tantos niños del pueblo, es enviado por su padre a practicar boxeo al gimnasio local, práctica que no le gusta y en la que no es bueno. Sin embargo, un día su vida cambiará cuando debido a la ocupación de uno de los salones por el sindicato de mineros, comparta el mismo espacio con una clase de ballet.

Desde entonces la vida de Billy dará un giro total, cambiando las clases de boxeo de 50 peniques por las clases de Ballet de la maestra Wilkinson. Esto claro está, hasta que su padre se entere de todo lo que ha estado sucediendo a espaldas de él.


Otro caso para leer y trabajar en clase: Paula Bolaño quiere jugar al fútbol pero... Romper las reglas


Paula Bolaño tiene 10 años y siempre llega de los cumpleaños con las sandalias peladas en la punta y las rodillas llenas de barro. Al principio se colaba en los partidos que jugaba su hermano Bruno y el año pasado comenzó a jugar (donde la mayoría o casi todos son varones) en la Liga de Buenos Aires con la camiseta roja y blanca de Cañuelas Fútbol Club.

Así comienza esta historia tantas veces contada: niñas a las que les gusta el fútbol y quieren jugar, una fórmula que sería muy simple de comprender si no fuera por el enquistado entramado que el fútbol y el deporte tienen en relación al género.

En el caso de Paula, el reglamento de la Liga de Buenos Aires dice en el Artículo 1 del Capítulo 2 que se trata de un torneo “exclusivamente para varones”. Otra historia muy contada: las pibitas empiezan a jugar en equipos en donde la mayoría son varones, juegan, se divierten, aprenden y cuándo el ámbito se vuelve competitivo ya no pueden seguir. Tienen que esperar a ligas de fútbol femenino, tal vez hasta los 14 años. Los mismos varones con los que jugaban siguen pisando la cancha y ellas tienen que postergar las ganas. 





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